TEMPORADA 2012

viernes, 30 de diciembre de 2011

TEMPORADA COLOMBIANA 2012

Ha comenzado la temporada colombiana y nada extraordinario vemos en los carteles. Atras quedaron los "cartelazos" que garantizaban "llenos hasta las banderas", hoy sólo vemos grandes atractivos individuales, pero pocos carteles robustos y vendedores.

La mayor atracción es Don Pablo Hermoso de Mendoza, el mejor rejoneador del momento y, tal vez, uno de los mejores de la historia. Dicen que es el Belmonte de los centauros.  Una buena contratación que garantiza la venta de los boletos. Esperemos poder ver unas grandes faenas de esta realidad del toreo.

En cuanto a las ganaderias, lo mismo de siempre. Grandes esperanzas puestas de nuevo en Santa Barbara y en Las Ventas del Espiritu Santo. Habrá que ver que sale de los Juan Bernardos y de los Agualuna. Esperemos la recuperación de Mondoñedo y de las ganaderias de Rocha Hermanos.

Un sondeo entre diferentes amantes del arte de cúchares me decían que la realidad del toreo mundial es muy preocupante.  Antes había buenos y suficientes toreros para hacer buenos carteles. Hoy sólo hay pocos toreros buenos y muchos toreros de relleno. Lástima no poder ver a Manzanares, a José Tomás, a Perera, al Cid o al Fandi, nombres que faltaron en los carteles de todas las plazas y que seguro garantizaban más aficionados en los tendidos.

lunes, 7 de febrero de 2011

Temporada 2011 (Cuarta De Abono)



Con la cuarta corrida de abono de la temporada 2011, se celebraron los 80 años de la plaza de toros de La Santamaría.  Con toros de Santa Bárbara (encaste puro Domecq) y con los toreros españoles Miguel Abellán, Diego Urdioles y el colombiano Sebastián Vargas, se dio comienzo, en punto de las 3:30 de la tarde, la corrida de celebración de nuestro octogenario coso.

Un encierro muy parejo, de buen tamaño, gran presencia, bien armados y sobre todo hermosos fue el que nos dejó ver esta ganadería, que aunque no tiene tantos años de lanzar toros al ruedo, siempre que está en los carteles esperamos buenas faenas de su parte.
Cabe resaltar que de los 6 toros presentados, 4 fueron buenos y 2 malos, o sea, un gran encierro. Todos golpearon a los caballos de manera valiente, empujando, bajando la cabeza y dando una lucha denodada a su ejecutor. Hace mucho no veíamos que un encierro llegara tan decididamente a la suerte de vara en este tercio. A mi modo de ver el mejor encierro de lo que va corrido de la temporada.

El español Diego Urdiola, llegó a confirmar su alternativa en Bogotá.  De sus dos toros, solo sirvió el primero (el primero de la tarde) al que le cortó la oreja con la que salió aplaudido por el público aficionado. Una faena seria, torera, tal vez poco vistosa, pero con valor y con ganas de triunfo.  En el capote se le vio torero con unos quites de “chicuelinas” y en la muleta unos derechazos templados y largos, unos naturales ligeros pero verdaderos y unos desquites dignos de la nobleza inglesa.  Mató de un estocadón; un poco caído pero certero. Del segundo toro de Urdiola ni hablemos. Esto  es una fiesta y no la opacaremos con el rajado que tuvo en suerte con el sexto de la tarde.

Miguel Abellán llegaba con el peso de ser la figura de esta corrida. Lamentablemente tuvo la mala fortuna de quedarse con los dos más malos del lote.  Solo hablaremos del primero (tercero de la tarde), porque el rajado que le correspondió como segundo para torear, a pesar de la terquedad torera, no tenía nada y pitado se fue al destajadero.  A ese primer toro el único que le vio algo para torear fue el matador, todos los demás pensábamos que ese toro tenía que ser despachado rapidito.  Y con ese ojo torero, Abellán nos regaló una faena valientísima, pegado a los pitones como si quisiera morir, pero lo que él quería era triunfar.  Fue una cátedra de valentía, de cómo parársele a un toro y salir vivo.  Con otra gran estocada mató al toro.  Abellán mereció una oreja, pero la presidencia (equivocada a mi parecer) se la negó.  La vuelta al ruedo solicitada por el público y dada por el torero fue justísima, pero más justo hubiera sido un apéndice.

Creo que Sebastián Vargas tiene mucha suerte. Los toros que le han salido en sus últimas presentaciones han sido unos “torazos” y esos toros lo hacen ver como un buen torero. Yo creo que es un excelente banderillero.  Si el segundo de la tarde (primero de Vargas) lo hubiera toreado un buen torero, lo indulta. Ese toro podría decirse que fue el mejor de la temporada, pero se fue muerto dándole la vuelta al ruedo.  Lástima, el ganadero debe estar lamentándose.
Fue una gran faena, unos lances de capote lucidos, serios y bonitos. Un remate de revolera que recordaremos durante un tiempo.  Unos pares de banderillas caídos pero que levantaron la plaza (¡Grande banderillero!).  En la muleta hay que destacar los derechazos templados con esos remates de pecho que sacaron muchos óles al respetable. Por la izquierda… Se le nota que casi no la usa.  La gente se dio cuenta que había mucho toro y poco torero y empezaron  a pedir el indulto, pero Vargas se envalentonó y sin dudar lo mató de una estocada, sucia, pero certera. De nuevo lástima.  Con ese toro se fue por la puerta grande.

La corrida de los ochenta años nos dejó una buena presentación de la ganadería de turno, una presentación aceptable de los de a pie y la felicidad y el deseo de seguir teniendo este coso taurino para el más bello de los artes: el de cúchares.

lunes, 31 de enero de 2011

¡RECHAZO TOTAL!

En estos días llegó a mis diferentes redes sociales el link para ver el video de un grupo de personas torturando y matando a un indefenso perro.  Desde este blog quiero expresar mi total rechazo a esta clase de actitudes por parte de cualquier ser humano.

No fui capaz de ver las imágenes pero estoy convencido de que sería algo totalmente ofensivo a nuestra posición de amantes de los animales.

Que quede claro, soy amante de los animales y mas aún de los toros de lidia.  No soporto, ni tolero ninguna clase de tortura, ni a los animales ni mucho menos a los seres humanos.

Espero, como espera cualquier persona y sobre todo los aficionados a la fiesta brava, que las autoridades ejerzan todo el peso de la ley sobre estos mal llamados seres humanos.

Condena total y apoyo total al castigo de estos personajes.

"CORRIDA DE EXPECTACIÓN, CORRIDA DE DECEPCIÓN"



El domingo pasado escribí con la pasión del que ha visto algo que nunca había visto en su vida como aficionado.  Escribí con las ganas de que se repitiera este domingo, de volver a ver al "centauro" salir por la puerta grande.  Tal vez un indulto, tal vez otro rabo, tal vez muchas orejas. Que los de a pie se fueran triunfantes también. Mejor dicho, quería otra corrida gigante, una corrida que dejara a los aficionados más contentos y más alegres que cuando llegaron.

La verdad fue otra.  Un lleno hasta las banderas, un sol espectacular, una afición dividida en dos: la que siempre va y la que aparece cuando hay que ver a un monstruo del toreo y un encierro que se veía armado y con trapío, tapaba ese antiquísimo dicho que reza "corrida de expectación, corrida de decepción".

Toros de Achury Viejo para los toreros Pepe Manrique (Colombia), Miguel Ángel Perera (España) y de nuevo el "rock star" de esta temporada Don Pablo Hermoso de Mendoza.

El primero y tercero para el colombiano. ¿Qué escribimos de estas dos faenas? muy poco. Los dos más malos del encierro le corresponden en sorteo.  Del primero unas "verónicas" y un remate de "revolera". Nada más.  Estocada desprendida y listo al destajero.  En el segundo turno salió el toro de más polémico en los tendidos.  Era el más malo, el más manso. No se quedaba fijo y se "rajaba" hacia las tablas. La gente quería el cambio del animal. Pero la presidencia se portó adecuadamente y no lo cambió.  A la gente hay que enseñarle que el cambio solo es porque esté cojo o lastimado, no por manso.  A los mansos también se les torea y también tienen su faena escondida.  El toro fue a la vara y fue picado CINCO veces (mal picado pero CINCO veces) y la presidencia en el tercio de banderillas decide imponerle el castigo de las negras.  Mal castigo, el toro fue picado.  Una medio faena de muleta, dos pinchazos en la estocada, aviso de la presidencia y descabello. Nada más que decir de Manrique. Lástima.

Perera llegó con la ilusión de triunfar (¿quién no?). Un primer toro que ni siquiera vale la pena referenciar. En el segundo se jugó la vida. Toreo con valentía, con ganas de morir, con ganas de triunfar. Un toro que parecía novillo no daba mucho, salvo algunos pases de pecho y unos redondos nada más.  Aunque creo que mereció mejor suerte, saludó desde el tercio al respetable que valoró su valentía en el ruedo.

Y finalmente Pablo Hermoso de Mendoza.  Sus toros no fueron mejores que los de sus compañeros de terna, pero el si fue el mejor torero. Toreando al estribo, mostrando los caballos, mostrándose él con toda su humanidad para hacer que el público se fuera contento. El primero se lo dedica al Maestro Fernando Botero y después de una corrida "mostrona" pero fría le da muerte al toro con doble rejón.  Aplausos del público y las ganas de ver algo mejor en el segundo.
En el segundo Don Pablo Hermoso hizo una faena trabajada, llevando al toro a ser toreado, a los caballos a ser toreros. Al toro les muestra la cara y los caballos, los pone de frente y de lado, los hace hacer quites para poner sus banderillas, los convierte en héroes y en mártires como a "Silveti" que entró a ser grande y salió directo al veterinario, nada grave gritan y saca a "Pirata" para darle muerte al toro.  El premio es una oreja y la consabida vuelta al ruedo para recibir los honores de la afición.

Después de 2 corridas el saldo son 5 orejas y un rabo.  La afición de Bogotá está de plácemes, vino el mejor del mundo y no decepcionó.  Lo mejor de esta celebración de 80 años acaba de pasar. Don Pablo Hermoso de Mendoza con su cuadra de caballos toreros. Que "hermoso" fue el pequeño paso por Colombia de este señor torero. ¡OLÉ!

lunes, 24 de enero de 2011

Temporada 2011 (Segunda De Abono)


Toros de Ernesto Gutierrez engalanaron la colorida tarde de la máxima plaza taurina de Sudamérica.  Con un lleno "hasta las banderas" salieron al paseillo el torero colombiano (nacido en Panamá) Luis Bolívar, seguido por el nieto de Dominguín, el hijo Paquirri, el sobrino de Curro, el señor Cayetano Rivera y rematando la terna de matadores, el rejoneador mas importante del momento, Pablo Hermoso de Mendoza.

Un paseillo colorido, con caballos, con matadores de a pie, con subalternos, con gente en los tendidos y en las torres, con un sol canicular y con todas la expectativas puestas en un encierro que pintaba bien, con trapío y con peso.

Luis Bolívar empezó su tarde con un toro manso, falto de casta y peligroso. Con unas "verónicas" y unos remates de "chicuelinas", el toro es llevado al caballo de manera majestuosa para una buena vara. Flojos pares de banderillas, brindis al publico e inmediatamente a la muleta.  Derechazos rematados con trincherazos, naturales con remates de pecho, y un toro que no era nada, de repente se convierte en un buen toro y suena la música en el coso de Bogotá.  Eso es lo que logran hacer los grandes toreros, y no nos llamemos a errores, Bolívar está dentro de los grandes y con pinta de no soltarse de ese sitial.  Estocada "hasta la empuñadura" y una oreja merecida.
En el segundo entró a morir. A cortar las 2 orejas, a salir por la puerta grande.  "Cacerinas" y "verónicas" llevan al toro al caballo.  Flojas banderillas, brindis a Daniel Samper Pizano y de nuevo al centro del ruedo.  Citando desde ahí como los grandes.  El toro le corre, lo mira y se va por el engaño (toro noble), luego derechazos largos y profundos, después naturales aun mas largos y mas sentidos.  El toro con casta y el torero con valor.  El toro con bravura y el torero comprometido. La música y los oles en los tendidos. Aplausos y el momento de la verdad. Bolívar de frente al toro. Falla y pierde sus orejas.  Vuelta al ruedo y rabia en el corazón del torero.  Una buena tarde para el colombiano. Aunque se va a pie.

A Cayetano le quedó grande la historia. Todos queremos ver a Dominguín o a Paquirri o al Curro o incluso a su hermano, pero nos encontramos con Cayetano.  Aunque a decir verdad fue al que peor le fue en el sorteo: los dos más malos del lote le corresponden a él, pero de de nuevo pensamos, ¿para que están los grandes toreros sino para hacer buenos a los toros? Entonces Cayetano no es un grande. Pitos en el primero, pitos en el segundo y pitos a la salida.  Muy poco para un torero que es una realidad en el viejo continente, pero apenas una promesa en América.

Todos vinimos a ver al mejor rejoneador del mundo con su mejor cuadra de caballos. Y vaya que no nos decepcionó. En su primero un faena de rejones que dejó ver la calidad de su cuadra de caballos, la calidad de su doma y lo valiente de sus caballos. Dos rejones, cuatro banderillas y un rejón de muerte que mató al toro en menos de 15 segundos.  Una oreja bien otorgada en principio para una buena faena, pero el publico quería más y con sus pañuelos y sus gritos presionaron a la presidencia que, en un acto generoso más no justo, otorgó la segunda.

Y viene la apoteosis. El sexto de la tarde; mas de 500 kilos para un toro que no mostraba mas que su belleza y sus astas peligrosas. Pablo Hermoso mostró sus ganas de encantar al publico y lo logró con sus vueltas y sus quites, sacando el ole a los aficionados, toreando al estribo, mostrando los caballos a la jeta de los toros, yendo de frente y haciendo quiebres mortales. El toro que se quedaba a ratos pero ahí estaba un torero y la gente se dio cuenta de eso. En el tendido sonaba la música pero el grito de la gente era más fuerte: ¡TORERO, TORERO, TORERO!.
Banderillas a una sola mano; banderillas a dos manos; carrera de caballos lenta y armoniosa con el toro oliendo el vientre; saltos y saludos al respetable y la plaza se quería caer. El toro era malo pero el torero grande lo hizo bueno, y al momento de matarlo el "centauro" lo respeta y le da una muerte rápida. Dos orejas merecidicimas para uno grande que hará historia. Una vuelta al ruedo al bicho, no tan merecida, pero el publico quería agradecer a un buen semental una gran faena.
Pero viene lo que no debió suceder. Hace 56 años no se entregaba este trofeo, hace 56 años no se veía que el cuchillo del monosabio cortara el apéndice colgante y supongo que hace 56 años el rabo era mas merecido que el de la tarde del domingo en la Santamaría.  Pero la gente lo quería, la gente lo gritaba, lo gente lo ovacionaba y a la presidencia, un poco despistada, olvidó que ese trofeo no lo entrega la gente.

Pablo Hermoso abrió la puerta grande con justicia y esta tarde de toros en la Santamaría quedará en el recuerdo de los 13000 aficionados que aun creemos que este es un arte "Hermoso".

martes, 18 de enero de 2011

Temporada 2011 (Primera De Abono)


Mondoñedo salió a poner punto alto en La Santamaría

Con un bravo encierro, el bogotano Ramsés Ruiz toreó muy bien y cortó una oreja.

Era ayer la primera corrida de abono en la plaza de Santamaría. A las 3:30, como es tradición, bajo un cielo plomizo,el emotivo y colorido paseíllo, un minuto de silencio por quienes dejaron este año el ruedo terrenal.
Se lidiaron toros del histórico encierro de Mondoñedo, que salieron a reclamar su sitio y examinar toreros. El ganadero los envió bien presentados, respetables, serios, fuertes, empujadores en varas y que pelearon en los medios de la plaza, como bravos. Y lo fueron en mayoría, enrazados y con clase. Cuatro, de aplausos. Todos murieron como viejos espías, con la boca cerrada. Dos desentonaron. Gran encierro.
Pepe Manrique se fue a pie por culpa de la espada. O suya. Lidió en primer lugar un toro listón quemao, como un grano de café tostado. Y lució en un quite. Y Ricardo Santana, que se asomó al balcón en banderillas, se asomó también al tercio a saludar.
Serio era el toro y seria fue la faena de Manrique, especialmente por el pitón derecho. Hubo series templadas, con arte, que puso a los músicos a trabajar. Olía a oreja, pero 'Hoyador' no tenía hoyo de aguas. Era puro hueso y Pepe pinchó 4 veces. Así que todo quedó en palmas para ambos.
El segundo, 'Bambuquero', parecía cantar destemplado. Era gazapón y cobardón en los caballos. Se dolía hasta de las miradas. Pepe le vio casta bajo la piel, pues lo brindó al público. Y por cosas de los toros, del misterio, este negrito se puso a embestir, se volvió repetidor, pronto y Pepe lo toreó con temple, con gusto, barriendo la arena. Y también, por cosas de los toreros, se le olvidó que le dolía la mano, por los viajes matando al otro, y le metió un espadazo. Descabelló y, una oreja. Bien.
Al flaquirri Ramsés Ruiz lo que le falta en carnes le sobra en alma torera y en "való". Su primero era de 517 kilos, un toro que se echó a los lomos al caballo y al picador Ricardo Sarmiento. Más de mil kilos, como si fueran una almohada. Y vino una importante faena en el centro de ruedo. Por la izquierda, un trompicón cualquiera da en la vida, pero por la derecha toreó en redondo, largo, con arte, con naturalidad y templadito. Ya se hablaba de oreja, pero la espada entró muy vertical y tuvo que descabellar.
Ya con lluvia y arena lisa, toreó al quinto. Muy bien en los lances de capa y las tandas por la derecha casi hacen tirar los plásticos para aplaudirlo. Y mejores las manoletinas casi haciéndose romper las cotillas con los cuernos. Mató de una espada de efecto de cianuro y la oreja. Buena, torero.
Juan Solanilla perdió la tarde en el sorteo. Le tocaron los dos mansos. El primero solo tragó en unas verónicas. Después fue parado, y como dice la ranchera, "nada valieron los ruegos". Un pinchazo y una estocada lo mandaron para el mundo de las rechiflas. Y el otro, tampoco. Verónicas con una rodilla en tierra, unos pases por bajo. Un toro rajado, una lluvia que enfriaba los ánimos. Y al final, desilusionado, casi no lo mata. Estuvo a segundos de irse vivo el regalito.

Temporada 2011 (Novillada)

Con la novillada empezó este año la temporada grande de Bogotá.

En un sábado soleado fue toreado un encierro de San Martín, con encaste Santacoloma. 6 novillos con presencia y con tamaño, pero que al momento de ser llevados a la arena sólo sobresalieron 2. De los novilleros diremos que uno (Leandro Segura) tuvo su bautizo de sangre en la Santamaría, pero que después puso valor y "huevos" y terminó con una oreja en su haber: La única de esta novillada.  De los otros novilleros, muy poco, unos cuantos pases de muleta interesantes, pero nada mas.  Falta mucho aún para ver una nueva promesa del toreo en una novillada en la Santamaría.

Nada mas que destacar de una novillada llena de golpes, malas espadas y mucha diversión "extracurricular" en los tendidos.  Como suelen ser las novilladas.